Bienvenido, seguro el titulo te hace clic y eso, quizá no es muy agradable, desconozco que es lo que estas pasando, pero por el simple hecho de estar aquí te regalo un abrazo, un abrazo en forma de letras y con una anécdota que quizá te pueda gustar.
Si me voy un poco al pasado, creo que me describirían algunas frases como la siguiente:
«Siempre tan sonriente» «Qué fuerte eres» «Wow a ti no te pasa nada»
Pero si pasaba… Sonreía y sufría al mismo tiempo, mostraba mi mejor lado y las lagrimas rodaban, de dolor, de ausencia, de descuido, de no ponerme atención. Es desafiante como la misma sociedad donde te orilla a «Siempre estar bien», porque es bien vista tu «Fortaleza» y el que a ti, «No te pase nada», suena a optimismo, pero hay una gran diferencia de la cual, ya hablamos en una entrada anterior (te dejo el link para optimismo inteligente) es como… Si la vida necesitará de catsup, como mi comida cuando era niña:
No recuerdo exactamente cuando fue que conocí la catsup, quizá para algunos un simple aderezo, para mi, era a lo que debería de saber toda mi comida, en mi hogar, compraban cubetas de cuatro litros para el mes, como si venderán hamburguesas, salchipulpos o alguna fritanga que necesitará este complemento, pero, no era así, era para la pequeña de la casa, para que comiera gusto.
El listado de alimentos con lo que la acompañaba, era interminable, en el huevo, en los frijoles, en las enchiladas, en el sandwich, a las quesadillas, posiblemente hasta en lo dulce… La cosa fue, que tampoco recuerdo, cuando es que deje de ponerle a todo, aunque a la fecha aún tengo ciertos alimentos que consumo con la catsup.
A lo que quiero llegar, es que, me estaba perdiendo en la vida, los verdaderos sabores de la comida, opacandolos con un complemento, que no es necesario, no disfrutaba de una quesadilla, del sabor tan inigualable de unas enchiladas.
Eso pasa también con nuestras emociones, nos perdemos la oportunidad de sentirnos, en todas nuestras etapas, simplemente, dejarnos sentir. A mi me costo, me cuesta, mucho trabajo poder aceptar este tipo de emociones y eso trae como consecuencia, que no sonría cuando me siento fatal… Y no está mal, también soy Ruth.
Te invito a conocerte, a saber quien eres, sin importar, que no tengas esa sonrisa.
Deja un comentario